
El colmenar tradicional en la provincia de Burgos tiene como unidad básica el “dujo” (del latín dolium, vasija) llamado así en Las Merindades, Treviño y la Bureba; también llamado “cuezo” en la Sierra de la Demanda y algunas zonas de las Riberas del Duero y Arlanza (posiblemente por el ruido del enjambre, similar a una olla cociendo); o bien denominado “hornillo” (por el calor generado en su interior por las abejas) en localidades de Las Loras y Tierra de Campos. Si conoces otro tipo de estructuras y denominaciones que se utilicen en la provincia de Burgos, háznoslo saber.
Es decir, el dujo, cuezo u hornillo es una colmena muy rústica fabricada con materiales del entorno, troncos de árbol y lajas de piedra principalmente, y que podemos encontrar tanto de pie al aire libre, como tumbados, insertados dentro de construcciones.
Para la fabricación del cuezo, hornillo o dujo, se buscaban troncos más bien secos y huecos, fáciles de horadar y vaciar con la gubia. En nuestra provincia se prefería la madera de olmo, pero los hay también de roble, castaño, fresno, etc. Sus medidas oscilan sobre los 60 y 120 cm de largo y los 50 cm de diámetro, dejando las paredes del tronco con un grosor aproximado de 5 cm, como aislamiento frente al frío y el calor exterior.
Se hacían tres o cuatro agujeros (en mitad del tronco si está en posición vertical o bien en la tapa si está en posición horizontal), llamados “piqueras” o “aviaderos”, que sirven para la entrada y salida de las abejas, y justo debajo algunos cuentan con unas “tablillas” donde descansan las abejas al llegar del campo cargadas de polen y néctar.
Indicar que los cuezos de la Sierra de la Demanda y estribaciones, no tienen ni piqueras ni tablillas, simplemente las abejas entran y salen por la parte inferior del tronco, la cual se haya un poquito levantada por unos calzos.
En las comarcas de las Riberas del Duero y el Arlanza, encontramos también hornilleras, llamados simplemente colmenares, cuyas colmenas están fabricadas con una estructura artesana muy trabajada, compuesta de un “cesto de mimbre”, de sauce, expresamente elaborado para este fin, el cual se recubre interna y externamente con barro, paja y boñiga. La tapa de madera, está igualmente recubierta de barro y tiene una única piquera, de mayor tamaño.
Dentro del dujo se colocaban una o dos cruces de palos finos (de jara, chopo, brezo…) donde las abejas comienzan a construir los panales en los que criar y depositar el polen y la miel. Estos panales no son rectos, como los modernos, sino que adquieren diversas formas y tamaños, y no se pueden sacar sin romperlos.
En ocasiones los dujos se pintan de colores, con el fin de que las abejas reconozcan mejor cuál es su colmena, evitando así la «deriva», es decir, que una abeja al volver del campo se meta en una colmena que no es la suya.
Indicar que tanto las denominaciones como las técnicas constructivas, se mezclan de unas comarcas a otras.
De este modo, los cuezos, hornillos o dujos podemos clasificarlos en dos tipos según su disposición, en verticales y horizontales, estos son:
