Si los dujos están “tumbados”, horizontales, se hayan insertos en desvanes o payos de viviendas, pajares u otras construcciones similares, principalmente dentro del pueblo, así como en pequeñas construcciones alejadas del núcleo urbano y expresamente construidas para tal fin, conocidas como hornilleras.

En este caso, la tapa exterior del dujo es la que tiene las dos, tres o cuatro piqueras y la tablilla, estando fabricada esta tapa con varias tablas de madera unidas o clavadas entre sí. Ocasionalmente las encontramos de piedra labrada. El cuerpo del dujo se encuentra completamente en el interior del edificio y bien es un tronco hueco similar al vertical, o un escriño o cesto de mimbre, o una cuba o barrica, o bien cajones hechos con tablas.

Desde el interior de la construcción podemos acceder a los panales que hay dentro del hornillo. Estos están sellados y cubiertos por una tapa de madera, unidas al cuerpo con unas bisagras de cuero, tela o piel, etc., completando su estructura con barro y estiércol.

Las hornilleras pueden contener entre 6 y 30 dujos, siendo su número más reducido en viviendas y pajares, entre 2 y 6.